La paranoia reina entre nosotros, quizás los temores de antiguas catástrofes sanitarias resuenan horrorosamente aún en nuestro inconciente. La peste negra del siglo XIV y las distintas enfermedades que los europeos trajieron a tierras americanas a lo largo del proceso de conquista, hoy son fantasmas que nos persiguen como ecos lejanos, pero también como un apocalíptico anuncio de una crisis general, de un exterminio total.
Es impresionante observar, pero comprensible frente a lo anterior, como las personas tras los anuncios del Ministerio de Salud de Mexico y la OMS, salieron en masa a buscar a las farmacias mascarillas y lo más peligroso, docenas de antivirales. No obstante, la desinformación, nuevamente la falta de conocimiento es muestra de que la salvación definitiva está en esta vida, pues si bien en paralelo coexistimos bajo cisrcunstancias más o menos similares, algunos se encuentran en un infierno permanente y no en el paraiso de la vida tuya, fucionada con la vida toda.
No olviden que ahora, producto de la Crisis económica, más ciertas circunstancias puntuales, Medio Oriente, NorCorea, Irán, sumado a la influenza humana, las personas empezarán a poner fecha de término a la existencia completa. Antes fue el año mil, donde cientos de personas se suicidaron pensando en la segunda venida de Cristo, que nunca llegó. Hace poco, el año 2000 o 1999 producto de la centuria X, parte LXXII de Nostradamus que profetizaba el caos total, el anuncio decantaba en un virus informático, que tampoco no hizo nada. Son inncontables los ejemplos. Ahora dado el fin de una etapa en el calendario maya la paranoia cunde hacia el año 2012. El tema está en que si tienen razón o no los Mayas, da igual.
La muerte nos ronda permanenetmente, es un hecho. Puede ser que yo mismo sea victima de la influenza, o de cualquier accidente en un dia u en ochenta años más, quién sabe. Obviamente es necesario guardar precacuciones en todo ámbito de situaciones, pero si realmente conocemos lo que ocurre con el A (H1N1) o cualquier cosa, descubrimos que la situación no es tan irregular como parece. El conocimiento es la via de salvación, la salvación es el Amor.
Hagamos memoria, primero en Mexico cundió esta enfermedad, pues como se menciona en innumerables ocasiones la gente murió por un sistema de salud precario y por automedicarse. Luego la misma peste tiene ciertas característacias que son agravadoas por una prensa demasiado coyountural y muy poco histórica en su visón y análisis. Diversos tipos de virus de influenza en seres humanos se han propagado y mutado en la Historia Universal. Los cuadros estadisticos solo en el siglo XX muestran la aparicion de nuevas cepas, causantes de pandemias de influenza recurrentes. Pensemos en un par de datos: la gripe rusa entre 1889 y 1890 mató a un millon de personas, y el Síndrome respiratorio agudo severo entre el 2003 y el 2004, quién solo los especialistas recuerdan, mató a 45 mil personas. La gripe normal, mata a muchas más peronas de lo que está haciendo este tipo de mutación actual.
La vida pende de un hilo, y siempre. Pero tomar conciencia de ello nos dirige o bien a la paranoia excesiva y al rechazo de los otros (la construccipon de muros de contención simbólicos o reales) o bien la aceptación de ciertas conndiciones que pueden ser modificables, aunque, unidas a tu propia persona. Rosseau, Marx, Heiddeger entre otros se equivocaron, el sentido de la existencia y por lo tanto la consecución final de la vida humana, no está meramente en un igualamiento de las concidiones políticas, económicas o en un análisis último sobre la realidad del ser. El sentido de la vida es la Revolución del Espíritu.
El conocimiento es la vía para la salvación en este mundo y todo conocimiento es, revolución, más allá de las normas sociales o si se quiere, más allá del bien y el mal. La salvación, es la unión de tu persona con el todo, por medio de la aparición del Amor como una fuerza de unificación y así de pacificación. Ese paso por último, es el momento donde aparece el Espiritu en la vida humana, la cumbre de toda nuestra existencia, el Sentido. Esto es lo que postulo, y esta es mi forma de ver la vida.
Así, para ilustrar un poco esta reflexión vital y circunstancial debido a la peste, quiero compartir con ustedes un texto que un gran amigo mio compartió conmigo hace algunos años atrás, Rigoberto Cornejo. El final de un texto maravilloso de Alejo Carpentier titulado, El Reino de este mundo.
"En aquel momento, vuelto a la condición humana, el anciano tuvo un supremo instante de lucidez. Vivió en el espacio de un pálpito los momentos capitales de su vida; volvió a ver a los héroes que le habían revelado la fuerza y la abundancia de sus lejanos antepasados del África, haciendole creer en las posibles germinaciones del porvenir. Se sintió viejo de siglos incontables. Un cansancio cósmico, de planetas cargado de piedras, caía sobre sus hombros descarnados por tantos golpes, sudores y rebeldías. Ti Noel había gastado su herencia y a pesar de haber llegado a la última miseria, dejaba la misma herencia recibida. Era un cuerpo de carne transcurrida y comprendía, ahora, que el hombre nunca sabe para quién padece y espera. Padece y espera y trabaja para gentes que nunca conocerá y que a su vez padecerán y esperarán, trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre siempre ancía una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada. Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse tareas. En el Reino de los cielos no hay grandeza que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por ello, agobiado de penas y de tareas, hermosos dentor de su miseria, CAPAZ DE AMAR EN MEDIO DE LAS PLAGAS, el hombre solo puede hallar su grandeza, su máxima medida en el Reino de este Mundo".
Aqui está la vida, disfrutála en cada momento, abrázala en cada ser, en cada ser humano, incluso en medio de la peste. Independiente de lo que pase, yo he amado y bien, el Espíritu está en mi.
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Publicado El Domingo, 17 de mayo de 2009 a las 13:51
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